Para este proyecto, el acristalamiento de la fachada era especialmente importante, ya que el Royale Belge es un edificio emblemático protegido. Cuando se construyó, la fachada de la torre cruciforme había sido originalmente acristalada con un producto que en aquella época se denominaba Stopray Gold 40/27, un acristalamiento de color dorado muy en boga en los años sesenta, pero que no dejaba entrar mucha luz natural en el edificio.
Dado que la renovación debía respetar el valor patrimonial del edificio, el reto consistía en encontrar un acristalamiento que permitiera un mejor paso de la luz natural y mejorara las prestaciones energéticas, conservando el mismo color y aspecto desde el exterior. Para ello, el servicio personalizado de vidrio con capas a la carta, Coating on Demand, de AGC creó una capa especial a la medida con el mismo color y aspecto exterior que el acristalamiento dorado original de los años sesenta, ¡pero que también deja pasar mucha más luz natural y ofrece mejores prestaciones energéticas!
Finalmente, la fachada se acristaló con 9.000 m² de Coating on Demand, la base del edificio con 1.500 m² de piezas de vidrio de gran tamaño Oversized Glass ipasol Ultraselect 62/29 (1725 x 7432 mm) y la entreplanta con 2.000 m² de vidrio de control solar ipasol Ultraselect 62/29.