Los dos atrios centrales de este edificio se ampliaron para permitir una mayor entrada de luz natural en el interior y facilitar la circulación de peatones y vehículos. Aprovechando su espectacular ubicación, Window entabla un diálogo a modo de teatro con su entorno al imaginar la explanada como una especie de patio de butacas y la fachada de vidrio ondulado como una cortina de escenario.
La nueva fachada alterna tres partes de un elegante revestimiento con dos secciones que parecen doblarse en pliegues verticales de diferentes profundidades.
Denominada la “torre lateral”, Window conserva el carácter decididamente horizontal del edificio original, creando un fuerte contraste con sus vecinos más verticales.