El estudio de arquitectura Cillara Rossi, a cargo de este proyecto, solicitó requisitos extremadamente estrictos: el vidrio debía tener perfectamente neutro y al mismo tiempo seguir proporcionando unas óptimas cualidades térmicas. Interpane, la planta de AGC en Plattling, cortó a medida cerca de 2.000 m² de vidrio (cada unidad era de un tamaño diferente) para luego montarlos en un triple acristalamiento.
El lugar donde se situaba el proyecto, un terreno hostil y expuesto a las inclemencias del tiempo, no era fácil. Por ejemplo, los paneles de vidrio tuvieron que ser transportados hasta la cumbre mediante un sistema de poleas entre los meses de mayo y octubre para aprovechar las condiciones climáticas más favorables.
El resultado, sin embargo, es fabuloso. El vidrio Planibel Clearvision de AGC ofrece una visión nítida y panorámica de la que se proclama a sí misma como ¡la octava maravilla del mundo!