En VERTICAL, se trataba de encontrar el equilibrio adecuado en términos de estética, confort y prestaciones para una amplia diversidad de apartamentos y otros espacios. ¿Cómo influye el vidrio en el aspecto y la sensación desde el interior? ¿Cómo funciona en términos de aislamiento y transmisión de la luz? Es como intentar resolver un enorme rompecabezas, pero al final pudimos hacerlo gracias a este vidrio innovador.
Amsterdam VERTICAL, es una estructura ecológica compuesta por 168 apartamentos ocupados por sus propietarios repartidos en tres zonas, que representa el primer paso innovador en la transformación del distrito Sloterdijk de Ámsterdam. El vidrio de control solar Stopray Vision-70, un producto con certificación Cradle to Cradle Plata fabricado por AGC, se eligió especíalmente por su capacidad para contribuir de forma significativa a la sostenibilidad del proyecto. Este vidrio aislante proporciona transparencia y un mayor confort en los apartamentos al dejar entrar el máximo de luz natural y reducir en dos tercios la captación solar.
Sloterdijk ha pasado rápidamente de ser un distrito de negocios a convertirse en un barrio diversificado. Terminado a principios de 2024, VERTICAL presenta una fachada verde que destaca por sí sola. El espectacular diseño es fruto de la colaboración entre cinco arquitectos neerlandeses, y todos los elementos interactúan para crear un conjunto variado y armonioso. La coherencia orgánica entre los distintos bloques refuerza el sentimiento de comunidad. El resultado es una nueva estructura de viviendas en Ámsterdam que es algo más que un lugar donde vivir. El edificio ofrece instalaciones especiales que hacen la vida de los residentes más fácil y plena de interés.
En VERTICAL, todo gira en torno a la diversidad. Los materiales y los colores pueden diferir, pero la estructura se centra en una atractiva interacción con la naturaleza y la vegetación. El edificio aprovecha al máximo la energía solar, así como también la eólica y la geotérmica. El agua de lluvia y el agua caliente se utilizan y reutilizan de forma óptima. Un tejado y una fachada verde proporcionan una capacidad de almacenamiento adicional para el agua de lluvia. La demanda de energía se ha reducido combinando la orientación correcta de las dos torres con una envolvente que asegura un buen aislamiento, paneles solares y la posibilidad de generar energía pasivamente desde el suelo. El concepto energético se basa en la autosuficiencia. En efecto, los residentes poseen su propia “central eléctrica”.
El vidrio Stopray Vision-70 también contribuye a una gestión equilibrada de la energía. El arquitecto Chris Collaris explica el complejo proceso de selección del vidrio más adecuado. “No es fácil diseñar y construir un edificio acristalado”, comenta. “La gente suele pensar que el vidrio es neutro, pero los distintos tipos de vidrio tienen color, reflexión y estética muy diferentes, todo lo cual depende también de lo que haya detrás del vidrio. En VERTICAL, se trataba de encontrar el equilibrio adecuado en términos de estética, confort y prestaciones para una amplia diversidad de apartamentos y otros espacios. ¿Cómo influye el vidrio en el aspecto y la sensación desde el interior? ¿Cómo funciona en términos de aislamiento y transmisión de la luz? Es como intentar resolver un enorme rompecabezas, pero al final pudimos hacerlo gracias a este vidrio innovador”.
Stopray Vision-70 es el vidrio de control solar altamente selectivo de AGC: ningún producto convencional con doble capa de plata cuenta con una selectividad de 2,0. Ofrece un color sumamente neutro (Ra,D = 97) al tiempo que deja pasar el máximo de luz natural (TL = 70%). Además, el sistema de refrigeración de VERTICAL apenas tiene que trabajar gracias a una captación solar de solamente el 35%. La reflexión de la luz es del 15% en el interior y del 14% en el exterior. El bajo valor Ug de 1,0 Wm².K también mantiene el vidrio más caliente cuando hace frío en el exterior.
No es sorprendente que las primeras reacciones de los residentes sean entusiastas. En palabras de uno de ellos: “Tenemos una vista de 270 grados sobre la línea de horizonte de Ámsterdam. Puede verse la lluvia y ver el sol abrirse paso. Es una vista que no cansa nunca. Es preciso orientarse, porque a veces no se sabe muy bien qué se está viendo. Los puertos, el IJ, la torre A'dam, la costa y las dunas. Si el tiempo está despejado, incluso pueden verse las luces de las eólicas en el mar”.